Broken Blossoms, Griffiith vs. los hermanos Lumiére


El encanto de este filme recae mucho en el ambiente casi teatral y cuidado que presenta,  donde el encuadre de la cámara se mantiene la mayoría del tiempo a una distancia parecida a la que tendría quien especta una obra desde la mejor butaca del auditorio.

A diferencia de los Lumiére, de quienes sus películas no son más que escenas cotidianas, Griffith expone un lenguaje completamente nuevo, crea una historia haciendo uso de personajes que nos dejan saber mucho más de ellos a través de una secuencia narrativa, utiliza distintos filtros de colores para contextualizar las escenas en lugares exteriores de día o de noche, además de los textos narrativos entre escena y escena. Como mencioné, la mayor parte del filme se desarrolla bajo un encuadre distanciado, sin embargo, hay algo que me parece importante y es cómo cambia de encuadre para acentuar momentos importantes de la historia, como cuando el hombre amarillo guarda el arma en sus ropajes o el acercamiento a los rostros de los personajes para hacernos entender más el drama del momento.

Supongo que al tratarse de una película muda, el lenguaje corporal de los actores era sumamente importante pues también debía cumplir con la función de voz y sonido en nuestras cabezas, estos movimientos corporales y expresiones faciales tan exagerados, llega a crear en las escenas un poco de comedia involuntaria, aún mayor en las escenas más dramáticas, al menos si hablamos como espectadores modernos acostumbrados a otro tipo de lenguaje cinematográfico. No está de más decir que al contrario de lo que esperaba, la historia me atrapó y agradó bastante.






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